
El kilo de limón llegó a costar hasta 40 pesos en el mes de abril y actualmente se vende en 10 pesos, debido a la abundancia del producto y la baja demanda; por ello, los productores de los ejidos lo traen a vender a Sabancuy o lo llevan a la ciudad para evitar que se les eche a perder.
Cada año, el precio del limón sube durante marzo y abril, ya que hay mayor demanda por el periodo vacacional de Semana Santa; sin embargo, a finales de mayo el precio comienza a bajar porque disminuyen las ventas y los productores se quedan sin compradores.
Rubén Córdoba Pérez, quien se dedica a la venta de limón, señaló que actualmente hay bastante producción en la región de Sabancuy, lo que ha ocasionado la caída del precio; la mayoría de los vendedores lo ofrece en 10 pesos por kilo, y se prevé que así se mantenga por un tiempo, ya que la cosecha ha sido buena.
Comentó que en marzo y abril aumenta la demanda, sobre todo en restaurantes de mariscos y puestos de comida, que utilizan limón en sus platillos para los turistas. En esos meses el producto escasea y su precio se eleva, pues debe traerse desde otros estados como Tabasco o Veracruz.

También explicó que en Sabancuy, durante esa temporada, hay poca producción debido a la sequía; lo poco que se cosecha se vende rápidamente, lo que también provoca el alza en el precio, impulsada por la fuerte demanda.
Agregó que en la región hacen falta sistemas de riego que permitan mantener la producción durante todo el año, ya que las tierras son fértiles y aptas para cultivar limón, tomate, naranja, elote, chile habanero, entre otras frutas y verduras.
Señaló que también hace falta que existan compradores que lleguen a los ejidos a adquirir los productos de temporada, pues muchas veces se quedan con el excedente y deben salir a vender sus cosechas a la ciudad a un precio más bajo, asumiendo además los costos del transporte, lo que reduce sus ganancias.

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Finalmente, comentó que muchas familias en los ejidos se dedican a la agricultura, por lo que es necesario que las autoridades los apoyen para que haya compradores justos; de lo contrario, los "coyotes" acaparan la producción y la compran a precios muy bajos, ya que los campesinos prefieren venderles antes que gastar en llevar sus productos a la ciudad.
JGH