Rubí Escamilla Hernández, vendedora de pan, dijo que cada año esperan con ansias la temporada de lluvias ya que sus ventas mejoran de junio a enero y que, de hecho, en los últimos días han aumentado 30 por ciento en comparación con el mes de mayo. Subrayó que de febrero a mayo lo que vende es menor debido al calor, con 300 piezas en promedio; sin embargo, en junio que empiezan las lluvias llegan a comprarles hasta 400 panes.
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Pero dijo que de octubre a diciembre es la mejor época con ventas de alrededor de 500 piezas, o más, ya que son meses en que la temperatura baja, hasta que en enero comienzan a descender y bajan bastante. Agregó que cuando llueve temprano les va bien y pueden vender el pan rápidamente, pero, cuando llueve en la noche es más difícil ya que el clima no deja salir a las personas; sin embargo, tienen servicio a domicilio y llevan el pan apenas pueden.
Comentó que en Sabancuy hay tres panaderías y casi todas reportan ganancias esta temporada porque tienen sus clientes, a los que además les llevan el pan hasta sus casas, siendo más fácil para ellos ya que evitan andar en las calles. Dijo que tiene alrededor de 10 años que se dedica a esta actividad y comprende que hay días en que hay buenas ventas y otros en los que no; pero tampoco se desanima ya que en un negocio es muy importante que los clientes sepan que siempre tendrán el producto para ellos.
Vender pan no es fácil, reconoce, pero son un equipo de ocho trabajadores y cada uno sabe hacer su parte, así que sus clientes ya saben a qué hora pueden empezar sus pedidos y se les lleva hasta sus hogares, o bien, algunos repartidores andan por las calles en sus triciclos ofreciéndolo.
