
Por exceso de velocidad y con el pavimento mojado provocó que la pesada unidad de la empresa Transporte Manzanillo derrapara y quedara atravesada en la carretera federal Mérida–Campeche kilómetro 58, en la conocida Curva del Diablo, a donde se enfiló un kilómetro de carros de todos los tamaños esperando que suspendiera la unidad que también derribó el muro de contención.
Los hechos ocurrieron a las 4 de la tarde de este viernes, cuando los fuertes aguaceros se daban en todo el municipio y todo el Camino Real, y los vehículos algunos con mucha precaución pues en días pasados hasta piedras se desprendieron del cerro para provocar que tres carros montaran la roca, pero el trailero, sin conocer las condiciones de la Curva del Diablo ubicada a la altura de Hecelchakán, se estampó con los muros.

En el lugar acudió el Consorcio Carretero para verificar el daño y traer a su personal para dirigir el tránsito de Campeche–Mérida. A la vez, acudieron las patrullas de la Guardia Nacional con los números 21341 y 24488, quienes llamaron a la grúa del estado “Abimerhl” para suspender la cabina de la unidad de la empresa Transporte Manzanillo, que sufrió la rotura del frente de la cabina, o destrozado.
Exactamente una hora con 40 minutos duró el bloqueo de la carretera Mérida–Campeche, y quienes fueron alertados por el accidente ingresaron al centro de la ciudad para continuar su camino. Quienes llegaron a donde estaba el accidente no podían retroceder y se quedaron hasta terminar la operación, mientras colocaban las lozas de concreto del muro de contención que se salieron de su lugar.
JGH