Este sábado, cerca de 150 mil personas se congregaron en las calles de Roma para acompañar el cortejo fúnebre del papa Francisco, desde la Basílica de San Pedro hasta su lugar de sepultura en Santa María la Mayor, informó la oficina de prensa del Vaticano.
La movilización de fieles se sumó a los 250 mil asistentes que participaron en la ceremonia fúnebre en la Plaza de San Pedro, consolidando así una de las despedidas más multitudinarias en la historia reciente del Vaticano.
El féretro del pontífice, transportado en uno de los tradicionales papamóviles utilizados en sus viajes apostólicos, inició su recorrido a las 12:30 horas locales (10:30 GMT) saliendo por la Puerta del Perugino, ubicada junto a la Casa Santa Marta, su residencia papal durante más de doce años.
El cortejo siguió un itinerario cargado de simbolismo: transitó por la avenida Vittorio Emanuele, cruzó la emblemática Plaza de Venecia y recorrió la Vía de los Foros Imperiales, donde miles de fieles se agolparon para despedirlo.
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El paso frente al Coliseo evocó también los recuerdos de los Vía Crucis que Francisco presidía cada Viernes Santo.
Finalmente, tras bordear el Anfiteatro Flavio, el vehículo fúnebre avanzó hacia su destino final: la Basílica de Santa María la Mayor, el lugar elegido por Francisco para su descanso eterno, junto al venerado icono de la Salus Populi Romani, símbolo de su profunda devoción mariana.
A las puertas del templo, personas pobres, migrantes y refugiados —los sectores más cercanos al corazón del papa— recibieron el féretro con una rosa blanca en la mano, brindando la última imagen para la historia: Francisco ante su amada Virgen, cerrando así un legado de amor, humildad y cercanía a los más vulnerables.
IO
