En una ceremonia marcada por la solemnidad y la reflexión, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano y considerado uno de los posibles sucesores del Papa Francisco, presidió una emotiva misa de luto en la Basílica de San Pedro, donde pidió a los fieles "acoger y preservar el legado" del Pontífice argentino.
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La homilía de Parolin estuvo cargada de sentimientos y reconocimiento a la figura de Francisco, quien durante su pontificado impulsó reformas profundas en la Iglesia católica, promoviendo la cercanía con los pobres, la transparencia institucional y el diálogo interreligioso.
"Hoy, más que nunca, la Iglesia está llamada a mantener viva la llama de su ejemplo: una fe que se encarna en gestos concretos de amor, una Iglesia que sale al encuentro del mundo herido", expresó el cardenal ante una basílica llena de autoridades eclesiásticas, diplomáticos y fieles de todas partes del mundo.
En su mensaje, Parolin destacó el espíritu reformista y la apertura pastoral que caracterizaron a Francisco, insistiendo en que su legado no debe quedar como un recuerdo estático, sino como "una tarea viva que requiere compromiso y fidelidad de toda la comunidad católica".
La figura de Pietro Parolin cobra especial relevancia en este momento de transición para la Iglesia, ya que su nombre suena con fuerza entre los posibles candidatos para liderar el Vaticano en un futuro cónclave. Con una trayectoria diplomática consolidada y una visión equilibrada entre tradición y renovación, muchos lo ven como un heredero natural de las líneas pastorales que Francisco trazó.
La ceremonia de luto también fue una muestra de unidad en momentos de incertidumbre, enviando un claro mensaje de continuidad y esperanza. El cardenal concluyó su homilía recordando las palabras del propio Francisco: "Recen por mí y no se olviden de construir puentes, no muros".
JY
