
La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) puso en entredicho las imágenes que circulan en redes sociales sobre una presunta distribución de alimentos en Gaza promovida por la Fundación Humanitaria para Gaza, organización privada impulsada por Estados Unidos e Israel.
“Hemos visto las fotos, pero no podemos confirmarlas; en terreno nuestros equipos no detectan ningún reparto”, declaró la portavoz Juliette Touma desde Amán.
Touma subrayó que el enclave necesita entre 500 y 600 camiones diarios con insumos básicos —alimentos, agua, medicinas, combustible y vacunas— para evitar el colapso, cifra muy lejana a los volúmenes que hoy cruzan los pasos fronterizos. “Estamos muy lejos de ese objetivo”, alertó.
La ONU dejó claro que no cooperará con la fundación privada porque “subordina la asistencia a intereses políticos y militares, violando los principios humanitarios”.

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El vocero de OCHA, Jens Laerke, coincidió: “Ninguna entidad independiente ha verificado esas entregas; nadie sabe si son reales o una operación de imagen”.
Desde que Israel endureció el bloqueo a inicios de abril, ningún camión de UNRWA —hay 3 000 listos en Egipto y Jordania— ha recibido luz verde para entrar a Gaza.
El cierre ha agravado la escasez de combustible y paralizado hospitales que carecen de electricidad para quirófanos y plantas potabilizadoras.
En este contexto, la divulgación de fotografías donde supuestamente palestinos reciben cajas de ayuda ha generado confusión.
Analistas temen que la iniciativa privada intente “suplir” la logística de la ONU y legitimar el bloqueo, mientras la población sufre desnutrición aguda y brotes de enfermedades como hepatitis A y diarrea infantil.
La ONU reiteró su llamado a reabrir los pasos terrestres sin condicionamientos, permitir inspecciones sobre el terreno y reactivar los mecanismos coordinados de distribución que existían antes de la ofensiva de 2023.
“La única garantía de acceso seguro y masivo —concluyó Touma— es un corredor humanitario bajo supervisión internacional; todo lo demás es paliativo y, hasta ahora, pura propaganda”.
IO