
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, defendió su decisión de no acudir al funeral del Papa Francisco, ante una ola de críticas provenientes de analistas y opositores que cuestionaron su ausencia, considerando que México es el segundo país con mayor número de católicos en el mundo.
La mandataria explicó que cualquier postura habría generado controversia.
“No voy a ir a las ceremonias del papa Francisco y viene toda una crítica de por qué no voy. ¿Qué hubiera pasado si dijera que voy? Pues lo mismo, hubiera habido una crítica tremenda: ¿Dónde está la separación Iglesia-Estado?”, declaró Sheinbaum durante su conferencia de prensa matutina.
Para representar a México, la presidenta envió a la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, una de las funcionarias de más alto rango de su gabinete.

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La decisión desató un intenso debate en redes sociales, donde se calificó su ausencia como una “señal de ingratitud” y una “falta de sensibilidad” hacia el Papa Francisco, quien la recibió en el Vaticano en febrero de 2024, meses antes del inicio formal de su campaña presidencial.
La mandataria sostuvo que sus detractores la critican sin importar sus acciones, y reiteró su respeto por el pontífice, a quien reconoció por su “pensamiento humanista y progresista”, así como por sus posturas críticas hacia el neoliberalismo y el consumismo.
No obstante, insistió en la importancia de preservar la laicidad del Estado mexicano.
El funeral del papa Francisco, que falleció el 21 de abril, se celebrará este sábado 26 de abril en la plaza de San Pedro del Vaticano, con la presencia confirmada de 50 jefes de Estado y 10 monarcas, incluidos Donald Trump, Emmanuel Macron, Javier Milei, Luiz Inácio Lula da Silva y Volodímir Zelenski.
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