La venta indiscriminada de pirotecnia persiste en plazas comerciales, tianguis y cerca de tiendas de conveniencia, sobre todo en la zona norte de la ciudad, refirió un vendedor quien prefirió no decir su nombre. Los “focos rojos” de esta actividad se concentran en la avenida 20 de Noviembre, toda la Lak’in y al final de la Nichupté. En algunos puestos el producto sin pólvora está a la vista, mientras que los artículos explosivos los mantienen resguardados en cajones especiales. Los precios van de los 50 a los 500 pesos, “los que más fuerte truenan”, según refirió el comerciante.
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Aunque las autoridades municipales de Comercio en la Vía Pública y Protección Civil advirtieron que no se otorgará ningún permiso para la venta de pirotecnia, en la práctica la actividad continúa. Esto se debe, en parte, a que la normativa federal permite la comercialización de menos de 10 kilogramos de material pirotécnico sin requerir autorización especial, lo que complica la regulación local.
Los operativos ya comenzaron, pero actualmente se realiza un censo de los puestos denunciados por la ciudadanía. A partir de la próxima semana, junto con Protección Civil y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, se intensificarán las acciones para el levantamiento de actas, y cada autoridad, dentro de su ámbito de competencia, procederá a lo conducente, como el retiro de vendedores o el decomiso del producto, ya que no habrá permisos para su venta por razones de seguridad, informó el director de Comercio y Servicios en la Vía Pública de Benito Juárez, José Gamaliel Canto Cambranis.
El funcionario exhortó a la población a denunciar los puntos donde se detecte la venta. Precisó que las acciones se mantendrán hasta el próximo 6 de enero.
Aclaró que, dentro de sus atribuciones, el área de Comercio únicamente levanta un acta y solicita el retiro voluntario de los vendedores; sin embargo, ante la falta de acatamiento, el decomiso del material debe realizarse con el apoyo de otras dependencias.
Esto se debe a un vacío legal que permite que algunos puestos continúen operando sin permisos municipales o estatales, ya que ni el Ayuntamiento ni el Gobierno del Estado cuentan con facultades para autorizar la venta de pirotecnia, siendo esta atribución exclusiva de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
La legislación federal, al permitir la venta de menos de 10 kilogramos de material pirotécnico sin autorización, dificulta la supervisión local y propicia que los puestos reaparezcan cada temporada.
