El aumento de atenciones en el Centro de Integración Juvenil (CIJ) de Quintana Roo durante 2025 refleja una problemática que avanza de modo alarmante, sin una estrategia preventiva.
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Soilo Salazar, titular del CIJ, indicó que aunque el centro ha logrado apoyar a cientos de jóvenes, la atención clínica no puede sustituir una política pública integral, que incluya detección temprana, acompañamiento psicológico en escuelas, fortalecimiento familiar y control real del acceso a sustancias.
En Cancún se mantiene el elevado número de personas que consumen alguna droga, legal e ilegal, empezando por el alcohol, la mariguana, cocaína, crack o cristal. En lo que va del año han atendido un aproximado de 900 pacientes de primera vez y alrededor del 60 % son jóvenes de entre 14 y 29 años, pero la prevalencia más fuerte es de los 15 a 19 años, es decir, jóvenes en plena etapa escolar, muchos de ellos estudiantes de secundaria y preparatoria, lo que resulta alarmante.
A nivel estatal, las cifras colocan a Quintana Roo en una posición crítica: tercer lugar nacional en atenciones por consumo de crack, cuarto sitio por mariguana y octavo por cocaína, indicadores que reflejan un problema estructural que va más allá del ámbito individual y que apunta a fallas en prevención, educación y atención temprana.
Mientras tanto, padres de familia expresan su preocupación y sensación de abandono institucional. En un sondeo realizado con padres de familia, señalaron que no existen programas permanentes de prevención de adicciones en los planteles educativos.
“Sólo vienen a dar una plática una vez al año, si bien nos va. Eso no es prevención”, comentó Laura N., madre de un estudiante de bachillerato. Otro padre, José M., aseguró que los jóvenes están más informados por redes sociales que por la escuela o el Gobierno y justo ahí es donde aprenden a consumir.
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Dijo que el aumento de casos no es una casualidad ni una estadística aislada: es el reflejo de una generación expuesta, mientras las acciones preventivas siguen llegando tarde. En Quintana Roo, las adicciones ya no son un problema futuro, sino una crisis presente que exige respuestas urgentes y coordinadas.
Por otro lado, la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2025 reveló que la prevalencia de malestar psicológico en la población de 12 a 65 años que consumen drogas fue del 8.1 % (10.6 % mujeres, 5.4 % hombres). En personas de 12 a 17 años la prevalencia fue del 10 % (13.2 % mujeres, 6.9 % hombres). En la población de 18 a 65 años, la prevalencia fue del 7.8 % (10.2 % mujeres, 5.1 % hombres) y los jóvenes de 12 a 17 años mostraron mayor intención suicida que las personas adultas de 18 a 65 años.
