El asesinato del exagente de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Antinarcóticos, Juan Adalberto Altamirano Olarte , fue una venganza directa por las detenciones y aseguramientos que la FGE había realizado contra un grupo delictivo de alto poder.
El titular de la FGE, Raciel López Salazar, confirmó que los presuntos sicarios, ahora detenidos y vinculados a proceso, pertenecen al brazo armado de un cártel de Jalisco, considerado uno de los más sanguinarios que operan en Quintana Roo y la Riviera Maya (Playa del Carmen, Tulum y Cozumel).
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La ejecución de Altamirano Olarte ocurrió la madrugada del 16 de noviembre, cuando fue atacado a quemarropa al salir de un centro nocturno ubicado en la Plaza de Toros. Los ahora detenidos le dispararon más de 15 veces, impactándolo con 10 balas, lo que le provocó la muerte instantánea.
En medio de las diligencias, dos armas de fuego localizadas en las inmediaciones coincidieron en pruebas de balística con otro ataque armado perpetrado el 10 de noviembre en la Región 237. En aquel hecho, un vehículo fue emboscado: el conductor perdió la vida en el lugar, y su acompañante, una mujer embarazada, también fue asesinada, confirmándose después de la muerte del bebé que esperaba.
López Salazar detalló que los siete detenidos, incluyendo un menor de edad, son parte de la estructura criminal dedicada al narcomenudeo, extorsiones y el exterminio de células antagónicas. Los sicarios fueron identificados como José Daniel alias “El Tigre”, César Alexis “Tierno”, Juan José “El Caballo”, Juan Ricardo “Chapa” y Gregorio Nicolás “N”.
Se dio a conocer que “El Tigre” y “El Tierno” fueron quienes recibieron la orden de ejecutar al exagente, a quien esperaron cerca de dos horas a que saliera de un centro nocturno.
Los sicarios llegaron a Quintana Roo entre septiembre y octubre provenientes de Jalisco y Michoacán. Antes de su arribo, recibieron entrenamiento de alto rendimiento en Zacatecas, Jalisco y Michoacán y su función sería reforzar la llamada “plaza”; sin embargo, el trabajo de investigación por parte de los agentes de la FGE, quienes realizaron varios decomisos de droga y aseguramiento de armamento perteneciente a esta célula, los llevó a tomar venganza contra dicha dependencia.
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El Fiscal incluso mencionó que, entre sus prácticas, ejercían el canibalismo , una revelación que subraya la saña con la que el cártel comete sus crímenes.
Los presuntos responsables ya fueron vinculados a proceso por homicidio calificado y homicidio en grado de tentativa. Actualmente, los adultos permanecen excluidos en el Centro de Reinserción Social de Cancún y el menor en el Centro de Ejecución de Penas y Medidas para Adolescentes.
