Con la participación de autoridades estatales, personal municipal y decenas de voluntarios, se llevó a cabo una extensa jornada de limpieza en los humedales de este puerto, donde se recolectaron 862 kilogramos de residuos, una cifra cercana a la tonelada.
La actividad formó parte del Programa Aliados por la Vida, impulsado por la Secretaría de Bienestar en coordinación con el Ayuntamiento de Río Lagartos.
La intervención abarcó desde el balneario de Chiquilá hasta diversos puntos de los humedales del municipio, zonas catalogadas como estratégicas por su importancia ecológica.
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Durante el recorrido, los brigadistas retiraron desechos acumulados entre las raíces del mangle y vegetación circundante, además de limpiar áreas de la dársena, donde flotaban materiales que afectan la calidad del agua y la salud de la ría.
Entre los residuos recolectados se contabilizaron 836 kilogramos de basura general, 16 kilogramos de envases PET, nueve kilogramos de vidrio y un kilogramo de aluminio, lo que evidencia el impacto de las actividades humanas en ecosistemas sensibles.
Durante el inicio de la jornada, estuvieron presentes, entre otros, Antonio Homa Serrano, subsecretario de Bienestar, y el biólogo José Cruz Hoil Rajón, director de Ecología y Desarrollo Sustentable municipal.
Los funcionarios agradecieron el apoyo del gobernador Joaquín Díaz Mena y destacaron la inclusión de Río Lagartos en este tipo de iniciativas de conservación.
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Las autoridades remarcaron la relevancia de cuidar las áreas naturales protegidas de la región, en especial los manglares, dunas costeras y zonas de anidación de flora y fauna, subrayando que acciones como la reforestación y la remoción de basura contribuyen directamente a la salud ambiental y a la preservación de las especies.
La jornada concluyó con un mensaje de reconocimiento a los voluntarios, que bajo altas temperaturas y en terrenos complejos, lograron retirar desechos que representaban un riesgo para la biodiversidad y para la imagen del destino turístico.
La limpieza, afirmaron los organizadores, da “un respiro a la naturaleza” y refuerza el compromiso comunitario con la sostenibilidad.
