Una empresa distinta a la que originalmente se contrató concluirá el Hospital del IMSS en Ticul, luego de que el consorcio responsable no cumpliera con los tiempos establecidos por trabajos de reforzamiento estructural no previstos inicialmente, informó Carlos Medina Roca, jefe de Servicios Administrativos del IMSS Yucatán.
El funcionario explicó que el Instituto recibió el inmueble como una obra ya construida, lo que implicó mayores dificultades técnicas. Detalló que la estructura original utilizaba materiales que no forman parte de los estándares constructivos del IMSS, como elementos ligeros y recubrimientos que debieron retirarse para adecuar el edificio a los procesos y cargas propias de un hospital del Instituto.
“Se tuvo que desmontar gran parte de la estructura existente y reforzarla completamente, incluidos los cimientos, tras los estudios de mecánica de suelo que identificaron la necesidad de considerar criterios sísmicos”, señaló. Estos ajustes incrementaron de manera significativa los costos y los tiempos de ejecución.
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Medina Roca precisó que, por estos sobrecostos, el conglomerado de empresas a cargo de la obra no la concluyó en el plazo que se acordó, por este motivo el contrato terminó de manera anticipada. Añadió que el proceso administrativo, así como la aplicación de posibles sanciones, está siendo revisado directamente por el nivel central del IMSS en la Ciudad de México, a través de la Unidad de Infraestructura.
“La obra depende completamente del nivel central. Ellos están en proceso de cierre del contrato anterior y, en su caso, de aplicar las sanciones correspondientes por el incumplimiento”, indicó.
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De acuerdo con la información disponible hasta el momento, será una nueva empresa la encargada de concluir el hospital. La previsión es que los trabajos terminen entre finales de septiembre y octubre, para contar entonces con las cifras definitivas de inversión y avance total.
El jefe de Servicios Administrativos subrayó que los cambios estructurales fueron sustanciales, ya que el edificio tuvo que adaptarse a materiales más pesados y a instalaciones hospitalarias especializadas. “No es que la estructura fuera débil, sino que originalmente estaba diseñada para otro tipo de cargas. Al cambiar los procesos constructivos del Instituto, el peso del edificio se multiplicó”, concluyó.
