
Desbordando su fe, su devoción y pidiendo por la tan anhelada lluvia para que el campo de la región rinda frutos, numerosos feligreses de la comisaría de Kabichén y también de la ciudad de Tizimín acompañaron en su caminar a San isidro Labrador, como signo de que el pueblo está a su lado y le deposita su confianza, encomendándole su prosperidad en todos los ámbitos de la vida.
La grey católica acompañó a la imagen de San Isidro en este recorrido de fe reflexionando en relación con su ejemplo de fe y humildad, así como su legado como santo campesino que les recuerda la importancia del trabajo duro, el amor a Dios y la generosidad hacia los demás.
Previo a la procesión, se llevó a cabo una misa que fue oficiada por el párroco Fermín Rigoberto Nah Chi que exhortó a los pobladores a mirar más allá de las tradiciones, a buscar lo que realmente le dio origen y significado a este festejo que es una invitación de San Isidro para continuar en búsqueda de Jesús.
También les pidió a los creyentes que San Isidro sea un modelo de fe, entregado y comprometido con su ser en Dios al grado de que se le atribuye el milagro del ganado que araba solo mientras el joven rezaba antes de comenzar su extensa jornada en el campo.
Se recalcó que el patrono debe ser un ejemplo e invitación para profundizar cada vez más en su fe y en la comunión como miembros de la misma comunidad, exhortando a que se miren como discípulos en el camino, y que cada día se descubran como apóstoles enviados a continuar la misión del anuncio del evangelio que Jesús les ha encomendado.
Cada año estos creyentes participan en esta celebración litúrgica acudiendo puntuales a su encuentro con Dios para rendir sus plegarias y oraciones, además de encomendar a sus familias.
También le solicitan a la sagrada efigie que interceda ante el Creador para que les conceda la bendición de la lluvia, ya que de ella depende que la tierra se nutra y produzca el sustento necesario para las familias de la zona que se dedican a la agricultura y ganadería.
Después de la misa, la procesión salió de la capilla encabezada por la sagrada imagen, mientras los feligreses portaban coloridos trajes regionales y ofrecían oraciones al patrono.
El derrotero culminó en la iglesia después de recorrer varias calles del Centro, y estuvo enmarcado por la música de charanga, el repicar de las campanas y el tronar de voladores transformándolo en un verdadero festejo religioso para el pueblo.
Al finalizar el trayecto, el grupo jaranero El Tepeyac dedicó bailes como ofrenda a San Isidro presentando hermosas estampas yucatecas.