
Ante las altas temperaturas que se han registrado en los últimos días, madres de familia han implementado estrictas medidas de protección para cuidar a sus hijos e hijas del riesgo de deshidratación, golpes de calor y mareos.
Entre las principales acciones están el consumo constante de agua fresca o sueros, el uso de ropa clara, y la aplicación de bloqueador solar antes de salir de casa. Estas medidas, aseguran, son necesarias para prevenir afectaciones a la salud durante esta temporada de calor extremo.
Desde temprano, cuando los menores se preparan para asistir a la escuela, comienzan los cuidados. La señora Ruth Valle, madre de familia, explicó que cada mañana baña con agua fresca a su hija, le ofrece un desayuno ligero y fresco, y evita en lo posible que se exponga al sol durante el trayecto.
Además, las escuelas también están colaborando en esta tarea, proporcionando agua fresca a los estudiantes y recordándoles que deben hidratarse constantemente. Los docentes se mantienen atentos al estado de salud de los alumnos y han adecuado las rutinas escolares para hacer frente a esta ola de calor, la cual, según los testimonios, ha rebasado lo acostumbrado en la región.