
Ejidatarios del municipio de Hunucmá alzaron la voz y exigieron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) cancelar un dictamen que califica como selva los terrenos del área conocida como Santo Toribio, afectando directamente a más de 620 familias, pues alegan que esta área no fue inspeccionada de manera presencial, y únicamente se basaron en fotos satelitales y documentos de escritorio.
Según consta en la hoja de asistencia firmada por los presentes, al menos 250 ejidatarios se reunieron en el sitio para manifestar su inconformidad y solicitar que el dictamen sea revisado y anulado, al considerar que no corresponde con la realidad del terreno.
Durante el acto, los campesinos señalaron que la zona ya ha sido parcelada y trabajada desde hace años, incluso algunas familias han iniciado la construcción de viviendas con concreto y bloques, a base de mucho esfuerzo económico. “Aquí no hay ninguna selva, ni animales salvajes como para que lo declaren así”, afirmaron.
Vidal Chuc y Luis Ek, dos de los ejidatarios presentes, comentaron que el dictamen fue elaborado por la Semarnat en 2018, sin una inspección presencial y basado únicamente en imágenes satelitales o documentos de escritorio. “Pedimos que vengan y vean con sus propios ojos. Aquí no hay selva, hay parcelas limpias y viviendas en proceso”, declararon.
Luis Ek agregó que los fines de semana, las familias acuden a desyerbar y limpiar sus terrenos. “Hoy estamos aquí más de 250 personas, pero el dictamen perjudica a más de 620 familias. Nos enteramos de esto hace apenas un mes, después de que mantuvieron oculto el dictamen por años”, denunció.
Estebana May Mex, otra ejidataria, manifestó: “Nosotras, como mujeres y madres, llevamos años trabajando estos terrenos. Esto es parte del patrimonio que queremos dejar a nuestros hijos y nietos. No puede venir una dependencia a decirnos que esto es selva cuando es evidente que no lo es”.
Los terrenos de Santo Toribio se encuentran cerca de la carretera hacia Mérida y colindan con la colonia Tres Reyes, por lo que los ejidatarios aseguran que los hace aptos para urbanización y piden que se realice una inspección inmediata y se corrija el error del dictamen.
Los ejidatarios solicitan a Semarnat y a las autoridades agrarias que revisen de forma justa y directa la situación de estos terrenos, para garantizar el derecho que les corresponde como legítimos poseedores.