
La parroquia de San Antonio de Padua ha sufrido en años recientes diversas afectaciones debido a las temporadas de lluvias, que incluyen humedad en sus muros paredes y techos, así como filtración de agua en la nave y anexos.
Este templo data del XVIII, pero los techos presuntamente fueron cambiados a principios de los años 1900, y actualmente requieren de urgentes reparaciones, de acuerdo con lo que comentan los mismos feligreses.

Noticia Destacada
Aumentan los avistamientos de cocodrilos en la ciénega de Progreso por las lluvias
Dichas afectaciones se encuentran en el anexo actual del lado Sur, que fue originalmente la sacristía y que funciona como capilla del Santísimo Sacramento. Ahí se ve un gran manchón de humedad en la pared, junto con raíces de ciertas plantas que nacen en la argamasa del grueso muro Oriente, que se extienden hasta el techo. Ese mismo tipo de afectación se observa en otras áreas.

La sacristía tiene deterioro en el techo, que originalmente fue de vigas de madera, y actualmente sólo conserva unos gruesos troncos cuadrados que sostiene el techo que ya desprende su revoco y deja de manifiesto manchas verdes de moho y musgo en sus esquinas.
Uno de los pobladores del lugar, Carlos María Caamal, comentó: “Desconozco si en alguna ocasión vino personal para dar mantenimiento. Todo corre por parte del párroco y de las autoridades municipales. Ojalá llegaran especialistas en la materia para que verifiquen estas afectaciones que paulatinamente pueden afectar el edificio severamente”.

Noticia Destacada
Ejecutivos de Google visitarán a estudiantes de la Universidad Politécnica de Yucatán
Cabe mencionar que tanto los muros laterales como el frontispicio del templo evidencian presencia de moho negro y desgaste en la pintura, que podría ser a base de cal.
Los muros traseros presentan una considerable cantidad de yerbas y arbustos que han echado raíz, y lo mismo se observa en la parte Norte. La nave central por la parte interior no presenta manchones de humedad a simple vista.