La eterna lucha prehispánica entre el bien y el mal tendrá un episodio más mañana en el Poliforum Zamná con una función de lucha libre en la que el rudísimo Aztlán XII y el técnico Príncipe Jaguar se enfrenten en duelo de tercias.
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Ambos pancracistas visitaron la redacción de POR ESTO!, donde dejaron de manifiesto que saldrán en busca de humillar al rival.
“Vamos en una lucha de tercias, pero solo conmigo basta y sobra para vencerlos, los técnicos van a sufrir, estarán a mis pies. Mira hasta nervioso se puso y es que ni lo he tocado”, señaló el heredero de los mexicas.
Aztlán, quien es uno de los malosos más importantes de la baraja luchística local, estará acompañado por el jarocho Back Monster y el también meridano Rayo de Plata.
“El enfrentar a este tipo de rivales me permite mejorar, sé que son complicados, mañosos, hay que plantarles la cara sin importar el dolor y el daño que nos puedan infringir, lo importante es que salgamos victoriosos, pero siempre de buena lid”, dijo, por su lado, el felino.
El Príncipe Jaguar, que viene empujando fuerte en la lucha libre local, compartirá esquina con Rey Viznur y Alma de Oro.
“Tengo 17 años de carrera, provengo de una familia dedicada al arte del catch, mi abuelo Jorge Tanquecito Xool fue el iniciador de la dinastía, mi tío y mi papá fueron los legendarios Kukulcán, pero yo he tratado de labrarme una carrera por mi propio mérito”, manifestó Aztlán XII.
El aztleco decidió abandonar el lado del bien, en el que siempre estuvo su familia, y en Navidad no es invitado a la fiesta ya que es de esos rudos de siete suelas que no hay que topárselo en las calles oscuras.
“Tengo cinco años como luchador profesional, me inicié en este deporte gracias a mi padre que me llevaba desde que era niño a las funciones. Luego él y mi hermano me acompañaron a mis primeros entrenamientos”, indicó el felino.
La máscara del luchador técnico está llena de simbología prehispánica. Del lado izquierdo tiene el ojo felino que representa al jaguar; las orejitas son parte de su esencia, que le da toda la fuerza y garra de un guerrero arriba del cuadrilátero. En la frente tiene un escudo que representa su linaje.
