En el marco de la Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, que se celebrará del lunes 12 al domingo 18 de mayo, el ingeniero vial y experto en tránsito, René Flores Ayora, hizo un enérgico llamado a la responsabilidad de todos los usuarios de las vías en Yucatán: motociclistas, automovilistas, ciclistas y peatones.
“En el tráfico, las reglas están escritas, pero la actitud es muchas veces tan importante como las leyes”, subrayó Flores Ayora, quien enfatizó que la convivencia en calles, avenidas, periféricos y carreteras depende no sólo del cumplimiento normativo, sino de un compromiso genuino con la seguridad y el respeto mutuo.
Flores recordó que la palabra civismo, derivada del latín civis (ciudadano), se asocia hoy con el conjunto de valores que permiten compartir un espacio común respetando las normas de convivencia. En ese sentido, explicó que ser un buen conductor implica más que manejar bien un vehículo: se trata de compartir la vía con responsabilidad y empatía.
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“Una conducción segura y civilizada puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, advirtió el especialista, al tiempo que presentó el decálogo del buen conductor cívico, un conjunto de principios que deben guiar a quienes se ponen frente al volante.
Estas recomendaciones son: Conocer y cumplir las normas de tránsito; mantener la concentración al 100 por ciento, el 99 no basta cuando se trata de seguridad; respetar a todos los usuarios de la vía, sin excepción; evitar conducir de forma agresiva; ser empático con quienes comparten el camino, y fomentar una conciencia sostenible. Ningún accidente debe ser aceptable.
También proteger a los usuarios vulnerables, como peatones y ciclistas son prioridad; practicar la conducción preventiva o defensiva; ofrecer siempre la mejor versión de uno mismo al volante. evitar conducir con somnolencia o estrés y reconocer nuestras propias limitaciones. El exceso de confianza puede ser fatal.
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A través de las redes sociales, el ingeniero recordó que muchos conductores subestiman los riesgos al manejar. “Viajar a 50 kilómetros por hora y chocar contra un objeto equivale a caer desde un tercer piso, desde 15 metros de altura”.
Este tipo de ejemplos, dijo, deben hacernos conscientes de la magnitud del impacto físico que puede tener una decisión tomada en unos cuantos segundos.
La Semana Mundial de la Seguridad Vial busca precisamente generar este tipo de reflexiones y promover acciones concretas que reduzcan las muertes y lesiones por accidentes de tránsito.
En Yucatán, autoridades y expertos como Flores Ayora coinciden en que es urgente reforzar la educación vial, fomentar el civismo y mejorar la infraestructura para garantizar la seguridad de todos.
“La seguridad vial no es un tema exclusivo de automovilistas. Es una responsabilidad compartida que exige una cultura de respeto, empatía y prevención”, subrayó.
