Familiares y vecinos alertaron a cuerpos médicos y policiales tras encontrar el cuerpo de un hombre de la tercera edad tirado en el suelo, entre un charco de sangre seca. El fallecimiento habría ocurrido días atrás y, tras el incidente, la zona fue acordonada, descartándose un hecho delictivo.
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El hallazgo se produjo por el fuerte olor a descomposición que emanaba de una vivienda ubicada en la calle 16 entre 114, barrio Santa Lucía. Vecinos, que conocían al morador como Luis “N”, pensionado del Sector Salud de 80 años, temieron lo peor y avisaron a sus familiares.
Al ingresar a la casa, encontraron el cuerpo del octogenario boca abajo, en avanzado estado de descomposición. Tras el aviso al número de emergencias, llegaron elementos policiales y paramédicos del SAMU, quienes confirmaron el deceso.
La confirmación llevó a los uniformados a cerrar el acceso a la vivienda y a la calle, para el levantamiento de pruebas periciales a cargo de elementos ministeriales del área de “alto impacto”. Se descartaron indicios de violencia y se informó que el hombre, asiduo a las bebidas alcohólicas, padecía problemas de salud relacionados con su adicción.
Al no tratarse de un delito, el fallecimiento fue catalogado como “patológico”, por lo que los familiares decidieron que el cadáver no fuera trasladado por el Semefo, optando porque una funeraria local se encargara de la inhumación.
El caso generó consternación en la comunidad, pues el adulto mayor era conocido por su carácter reservado y por vivir solo desde hacía varios años. Vecinos señalaron que, aunque lo veían caminar con frecuencia por las calles del barrio, en los últimos meses había mostrado un deterioro físico evidente.
