Con el “cuchillo entre los dientes” por más de 70 minutos debido a un hombre menos y con el guardameta Jesús Castillo enfundado en el traje de héroe, Deportiva Venados de la Liga de Tercera División Profesional de Futbol se alzó con el título de la Copa Promesas MX.
Los ciervos tuvieron una jornada muy complicada en el campo de la Federación Mexicana de Futbol, se vieron rápidamente con un hombre menos en una roja bastante rigorista y además le afectó la altura, pero supieron venir de atrás para igualar a uno a los Tigres de Álica FC en tiempo regular y con una soberbia actuación desde los 11 pasos ganaron 4-2 para conseguir la corona.
Los ciervos comenzaron el partido con varios problemas en su zona baja, ya que los felinos tomaron el control del esférico y lograron varios tiros, pero la mayoría salió desviada y los demás a las manos del guardameta.
Pero el punto de inflexión se dio cuando el defensa Jesús Rivera (18’) vio la tarjeta roja en un jalón que quedó pegado a la banda derecha en lo que pareció bastante rigorista, ya que parecía para amarilla.
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A partir de esa jugada los ciervos perdieron el control casi total del partido debido a que tuvieron que "echarse atrás" y solo buscar a través de Jonathan Ciprían como “lobo solitario” tener alguna aproximación.
Los astados mantuvieron el cero durante casi 70 minutos, pero en un descuido defensivo le permitió a Amadeo Oviedo (68’) tomar el balón filtrado para definir a un costado ante la salida de Jesús Castillo.
El tanto en contra parecía que acabaría con las aspiraciones de los yucatecos por conseguir el primer lugar y que se quedarían tan cerca como en la final de la liguilla de filiales del torneo pasado.
Pero en las postrimerías del encuentro, con los segundos corriendo rápidamente en contra del Depo y lanzados con todo al frente, el zaguero felino Alan González cometió una falta en las inmediaciones del área grande que le ganó la roja y dejar el partido igualados a 10 por lado.
La oportunidad era inmejorable y la pelota la tomó Daniel Martínez (87’) que le pegó con los sueños de todos sus compañeros en su pierna derecha para meter un zapatazo que superó la barrera y se metió en el ángulo ante la “locura” de los pocos, pero ruidosos aficionados yucatecos que viajaron a Toluca.
