
La economía de Estados Unidos registró una contracción del 0.3 por ciento a ritmo anualizado durante el primer trimestre de 2025, de acuerdo con el informe publicado este miércoles por el Buró de Análisis Económico (BEA).
Este descenso representa el primer dato negativo en tres años y marca un inicio turbulento para el segundo mandato presidencial de Donald Trump.
El retroceso del Producto Interno Bruto (PIB) se atribuye principalmente al fuerte aumento de las importaciones (+41.3 por ciento) y a una caída en el gasto gubernamental, dos factores que restaron impulso a la actividad económica.
Las importaciones, según el BEA, habrían crecido como reacción anticipada a los nuevos aranceles que Trump empezó a implementar en febrero y abril, lo que restó más de cinco puntos porcentuales al crecimiento.

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Por otro lado, el gasto de los consumidores —motor clave de la economía estadounidense— aumentó apenas un 1.8 por ciento, muy por debajo del 4 por ciento registrado en el último trimestre de 2024.
Aunque la inversión privada nacional mostró un repunte significativo del 21.9 por ciento, no fue suficiente para contrarrestar el impacto del desequilibrio comercial.
La caída del PIB ha sorprendido a los analistas, quienes inicialmente esperaban un crecimiento del 0.4 por ciento, pero ajustaron sus proyecciones a la baja tras el inicio de la nueva política económica de Trump, centrada en recortes de gasto público, rebajas fiscales y medidas proteccionistas.
Este resultado contrasta con la expansión del 2.4 por ciento reportada en el cuarto trimestre de 2024 y genera incertidumbre sobre el rumbo de la economía estadounidense en los próximos meses, especialmente ante los efectos potenciales de la guerra comercial iniciada por la Casa Blanca.
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