
El tradicional Pearl Street Mall de Boulder, Colorado, se convirtió en escenario de pánico la tarde de este domingo cuando un individuo roció a varias personas con un acelerante y les prendió fuego durante una concentración semanal de Run For Their Lives, colectivo que exige la liberación de rehenes en Gaza.
El ataque dejó “varias víctimas” con quemaduras de diversa gravedad y obligó a evacuar varias cuadras del corredor peatonal, según confirmó el jefe de la policía local, Steve Redfearn. Un sospechoso fue arrestado minutos después.
Aunque la investigación apenas inicia, el FBI etiquetó de inmediato la agresión como un “ataque terrorista dirigido”, desplegando personal especializado para recabar evidencias y entrevistar testigos.
El director de la agencia, Kash Patel, señaló en redes sociales que ya colaboran con autoridades estatales y municipales para determinar el móvil.
Testigos relataron que el agresor se acercó al pequeño mitin portando un recipiente con líquido inflamable; al menos dos participantes se incendiaron antes de que peatones y socorristas les arrojaran abrigos y botellas de agua para sofocar las llamas.
En el lugar quedó una bandera israelí chamuscada, detalle que, unido al contexto de creciente violencia antisemita en Estados Unidos, alimenta la hipótesis de un crimen de odio, aunque Redfearn insistió en que “sería irresponsable especular por ahora”.
El gobernador de Colorado, Jared Polis, condenó el suceso y subrayó que “los actos de odio, de cualquier tipo, son inaceptables”. Servicios médicos trasladaron a los heridos a hospitales de la zona, mientras peritos revisan cámaras públicas y de negocios.
El ataque ocurre nueve días después de que un hombre asesinara a tiros a dos empleados de la embajada israelí en Washington mientras gritaba “Palestina libre”, y se suma a una serie de incidentes que las autoridades federales vinculan con la escalada de tensiones geopolíticas.
Expertos en seguridad señalan que los espacios abiertos y las manifestaciones pro-Israel o pro-Palestina se han convertido en objetivos de actores radicalizados.
La ciudad de Boulder —que en 2021 sufrió un tiroteo masivo en un supermercado— reforzó la vigilancia en zonas comerciales y universidades.
Las autoridades pidieron a la población aportar videos o fotos que ayuden a reconstruir la ruta del atacante y llamaron a mantener la calma mientras avanzan las pesquisas.
El FBI prometió ofrecer novedades “tan pronto como sea posible”; entretanto, la comunidad local reprogramó la próxima caminata de Run For Their Lives para honrar a las víctimas y reafirmar que “el miedo no apagará la exigencia de traer a los rehenes a casa”.
IO