
El presidente chino Xi Jinping y su homólogo estadounidense Donald Trump sostuvieron este 5 de junio una conversación telefónica —a petición del republicano— para tratar de reconducir la frágil tregua comercial sellada en mayo.
La llamada, difundida por la agencia estatal Xinhua y confirmada por la Casa Blanca, se produce en medio de acusaciones cruzadas de incumplimiento del acuerdo que redujo los aranceles bilaterales durante tres meses.
De la distensión al reproche
El pacto original rebajó los gravámenes que Washington mantenía sobre importaciones chinas del 145 al 30 por ciento y que Pekín imponía sobre bienes estadounidenses del 125 al 10 por ciento.
El objetivo era abrir paso a una negociación integral antes de septiembre. Sin embargo, en los últimos días:

Noticia Destacada
Donald Trump prohíbe o restringe entrada a EE.UU. a ciudadanos de 19 países: Lista completa
- China acusó a Estados Unidos de adoptar medidas de “supresión extrema”, como controles adicionales a la exportación de chips avanzados y la cancelación de visados a cientos de estudiantes e investigadores.
- Estados Unidos señaló a Pekín por bloquear licencias de exportación de tierras raras y de materiales críticos para semiconductores y vehículos eléctricos, interpretando la maniobra como represalia.
Ambos líderes reconocieron los avances logrados en mayo, pero coincidieron en que las “acciones unilaterales” amenazan con revertirlos.
De acuerdo con fuentes de la Oficina del Representante Comercial estadounidense, Trump pidió “plena transparencia” sobre las cuotas de tierras raras y la protección de la propiedad intelectual, mientras Xi exigió la retirada de restricciones tecnológicas.
Clima geopolítico enrarecido
La llamada se produce tras el tenso foro de seguridad Shangri-La en Singapur, donde el secretario de Defensa estadounidense acusó a China de “alterar el equilibrio en Asia-Pacífico”.
Pekín respondió que Washington “militariza la región” mediante coaliciones como AUKUS y la reactivación del Quad.
¿Y ahora que sigue?
- Reunión ministerial: los equipos de Comercio y Tesoro retomarían en dos semanas las conversaciones en Ginebra para concretar la agenda de desarme arancelario.
- Mecanismo de verificación: se formará un panel técnico sobre chips y tierras raras para evitar nuevos vetos encubiertos.
- Visas académicas: el Departamento de Estado y el Ministerio chino de Educación negociarán criterios de admisión “libres de sospecha de espionaje”.
Reacciones de mercado
Los índices bursátiles de Shanghái y Nueva York reaccionaron con volatilidad: las acciones tecnológicas chinas repuntaron tras la noticia de la llamada, mientras que los fabricantes estadounidenses de semiconductores cayeron ante la posibilidad de que persistan los controles.
Analistas de Goldman Sachs advierten que, de fracasar la tregua, la reimposición de aranceles plenos restaría hasta 0.4 puntos al PIB global en 2025.
En un breve comunicado, la Casa Blanca calificó la conversación como “franca y orientada a resultados”, aunque reconoció que “persisten diferencias sustanciales”.
El éxito de la tregua dependerá ahora de que ambas potencias transformen sus compromisos en medidas verificables antes de que expire el plazo de 90 días.
IO