
Estallido de violencia en la sede del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE): profesores de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), agrupación vinculada a la CNTE, tomaron por la fuerza el edificio ubicado en la calle República de Argentina, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Con un marro, golpearon la reja hasta que los herrajes cedieron y derribaron el acceso principal. Frente a una puerta blindada de metal, los manifestantes procedieron a abrir un boquete en la pared contigua para derribar el marco.
Una vez dentro, grafitearon consignas contra la Sección 22 de Oaxaca —a la que acusaron de pactar 800 millones de pesos para aumentos salariales y basificación— y atacaron al secretario federal de Educación, Mario Delgado, exigiendo su renuncia.
Asimismo, reclamaron al líder del SNTE, Alfonso Cepeda, que abandone el cargo y deje de cobrar la cuota sindical de 180 pesos quincenales.

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Durante la irrupción, los normalistas amenazaron a los medios con confiscarles cámaras y teléfonos para impedir su cobertura.
La estrategia de la CETEG es presionar al gobierno federal y a la dirigencia magisterial para que cumplan promesas pendientes de plazas docentes, basificaciones y recursos para zonas rurales.
Llamado de Sheinbaum a deslinde
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo condenó el intento de ingreso violento a la Secretaría de Gobernación (Segob), donde otro grupo de encapuchados de la CETEG intentó forzar la puerta durante una mesa de diálogo con autoridades como la secretaria Rosa Icela Rodríguez y el secretario Mario Delgado.
Aseguró que esos actos “no representan al conjunto de los docentes movilizados” y atribuyó la autoría a un “grupo pequeño con mucha provocación”.
Sheinbaum urgió a los profesores disidentes a “asumir su responsabilidad o deslindarse” de la violencia. Destacó que la Sección 22 de Oaxaca ya decidió replegarse bajo sus propios términos y que el diálogo con las secciones dispuestas a participar seguirá abierto, mediante mesas tripartitas que incluyen a la SEP, gobiernos estatales y representación sindical para abordar problemas estructurales como plazas, basificación y reubicaciones.
CNTE rechaza ofertas federales
La CNTE, por su parte, emitió un comunicado rechazando la propuesta del gobierno de derogar la reforma al ISSSTE de 2007, así como exigir un incremento salarial del 100 por ciento y la “anulación” de la reforma educativa de Peña Nieto. Insistió en que “la movilización es producto de la cerrazón” del Ejecutivo y anunció que mantendrá el plantón indefinidamente en el Zócalo capitalino, donde cumple más de 21 días de paro.
La Coordinadora mantiene bloqueadas calles aledañas a Segob—Abraham González, Bucareli y General Prim—, y no descarta extender cortes a vialidades como Circuito Interior, Reforma o Insurgentes.
En su asamblea nacional, aprobó un receso a la huelga para reorganizarse, aunque no logró consenso sobre retirar el plantón.
Denuncian que siguen sin respuesta a sus demandas de plazas y recursos, a pesar de fondos por 800 millones propuestos para Oaxaca.
En medio del forcejeo, la Segob reiteró su llamado a la protesta pacífica y reafirmó que “por la vía del diálogo se encontrarán soluciones”. Por su parte, la CETEG no ha aclarado si la oferta de basificaciones y recategorizaciones servirá para frenar las acciones violentas ni para unificar a las distintas secciones de la CNTE.
IO