La ofensiva comercial de Estados Unidos, que duplicó de 25 a 50 por ciento los aranceles al acero y aluminio mexicanos, ya genera ajustes en Palacio Nacional.
En su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reveló que directivos de Altos Hornos de México, Ternium, Deacero, ArcelorMittal y las cámaras del sector le pidieron reforzar la protección frente al acero de “molinos fantasma” procedente de Asia y otros mercados extrarregionales.
“Estamos trabajando para garantizar los empleos y evitar que nos inunde acero de países con prácticas desleales”, afirmó la mandataria, flanqueada por los secretarios de Economía, Marcelo Ebrard, y de Hacienda, Édgar Amador Zamora.
Peticiones concretas del gremio siderúrgico
- Salvaguarda temporal o cupos de importación para lámina caliente, varilla y alambrón provenientes de China, Vietnam y Turquía.
- Verificación de origen “in situ”: inspecciones al igual que las realizadas a “molinos de papel” asiáticos cuya inexistencia detectó la Secretaría de Economía en 2024.
- Arancel espejo del 25 por ciento para productos que compitan con la cadena mexicana, acompañado de un mecanismo rápido de ajuste si se detectan triangulaciones vía Centroamérica.
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Hoja de ruta del Gobierno
- Diálogo con Estados Unidos: el 11 de junio, Sheinbaum y Ebrard se reunirán en Ciudad de México con el subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos, Christopher Landau, a fin de “exponer el impacto laboral” del arancel y explorar exenciones bilaterales.
- Paquete de apoyo: Hacienda evalúa créditos puente y diferimientos de ISR para Pymes metalúrgicas, mientras Economía revisa la eventual imposición de cuotas compensatorias anti-dumping.
México exporta a Estados Unidos cerca de 4.2 millones de toneladas anuales de acero y 680 mil toneladas de aluminio, industrias que generan más de 700 mil empleos directos.
El nuevo arancel amenaza con encarecer la cadena automotriz y de construcción, por lo que el Gobierno busca simultáneamente diversificar mercados en Latinoamérica y reforzar la compra gubernamental de insumos nacionales en proyectos de infraestructura.
Aunque Sheinbaum evitó hablar de represalias, subrayó que la prioridad es “proteger los salarios y la competitividad interna”, alertando que una escalada arancelaria “encarecería la vivienda, la obra pública y el electrodoméstico”.
El sector espera definiciones antes de agosto, fecha en que las primeras exportaciones impactadas llegarán a la aduana estadounidense.
IO
