Yucatán se coloca a la vanguardia nacional con la elaboración y presentación del Plan de Acción Climática para la Pesca y la Acuacultura, una estrategia que también funciona como política pública y que beneficiará a las comunidades asentadas a lo largo de más de 300 kilómetros de litoral, independientemente de la actividad económica que desarrollen en la zona costera.
En entrevista con POR ESTO!, Lila Frías Castillo, secretaria de Pesca y Acuacultura Sustentable de Yucatán (Sepasy), explicó que esta estrategia ambiental surgió desde el territorio y no desde el escritorio, al construirse con la participación directa de pescadores, cooperativistas, restauranteros, especialistas en vida marina, ambientalistas e investigadores.
“El objetivo es que las mujeres y los hombres del mar cuenten con herramientas para adaptarse, resistir y responder ante los efectos del cambio climático”, subrayó la funcionaria, quien destacó que el plan busca fortalecer la capacidad de las comunidades costeras para enfrentar escenarios cada vez más complejos e impredecibles.
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Frías Castillo advirtió que en los últimos años el clima en Yucatán, particularmente en la franja costera, se ha vuelto más volátil, lo que incrementa los riesgos para quienes diariamente se internan mar adentro en busca del sustento familiar. Recordó el caso del huracán Milton, que en menos de ocho horas evolucionó de tormenta tropical a ciclón, provocando afectaciones en varios puertos del estado.
La titular de Sepasy señaló que el Plan de Acción Climática mantiene una estrecha sinergia con el programa Seguridad en el Mar, mediante el cual se ha dotado a los pescadores de chalecos salvavidas, radios de comunicación satelital y otros equipos que permiten una respuesta oportuna ante emergencias climatológicas o situaciones de riesgo. Este programa, dijo, será uno de los pilares del sector pesquero en 2026, respaldado por el compromiso del gobernador Joaquín Díaz Mena de incrementar en 70% el presupuesto destinado a la pesca.
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Finalmente, Frías Castillo reconoció que el cambio climático ya es una realidad palpable en Yucatán, por lo que consideró urgente actuar de manera preventiva y coordinada.
“La intención es que las futuras generaciones de pescadores sigan encontrando en el mar lo que durante décadas sostuvo a sus comunidades”, afirmó y subrayó que este plan también busca proteger la derrama económica que la actividad pesquera genera en la entidad.
En cuanto a la acuacultura, la funcionaria estatal señaló que para 2026 el Gobierno impulsará un ordenamiento ambiental de las granjas acuícolas, con el fin de definir con claridad qué zonas son viables para la instalación de proyectos y cuáles no.
