
Derechohabientes y familiares de pacientes denunciaron públicamente las graves deficiencias en la atención médica que ofrece la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Valladolid, calificando el servicio como “pésimo” y señalando presuntos actos de negligencia e irregularidades por parte de la administración.
Según testimonios recogidos, existe una severa escasez de medicamentos, así como una preocupante falta de atención especializada. Acusan además que el administrador de la unidad hace su agosto a costa de la necesidad y el sufrimiento de los pacientes.
Entre las denuncias, se señaló también que parte del personal sólo acude a registrar su entrada y salida, sin desempeñar funciones reales, lo que agrava la situación de quienes acuden al hospital en busca de atención médica a la que tienen derecho por ley.
De acuerdo con los señores Barlome Méndez Gutiérrez y Casimiro Hernández López, así como otros usuarios, desde hace más de tres décadas la clínica ha sido objeto de críticas constantes por el mal servicio brindado. Las instalaciones presentan un avanzado deterioro, desde la sala de urgencias hasta los pasillos. Lo más alarmante, aseguraron, es la falta de agua, lo que impide incluso tomar medicamentos adecuadamente.
Los usuarios relataron que deben esperar hasta tres horas para recibir atención médica y que sólo se otorgan ocho turnos por cada uno de los cuatro consultorios disponibles al día. Esto obliga a los pacientes a llegar desde muy temprano para alcanzar una ficha, una situación que consideran inaceptable y contraria al derecho a la salud por el que cotizan mensualmente.