Activistas yucatecos buscan que las calesas turísticas de Mérida ya no sean jaladas por caballos; afirman que han sostenido diálogos con los caleseros para buscar soluciones, ¡pero no se ha logrado nada concreto, informó a POR ESTO! Elsa Arceo, de Animalistas Independientes Unidos.
La activista aseveró que han conocido casos de sobrecupo en las calesas, pues de acuerdo con el reglamento, únicamente debería haber cinco personas, contando al conductor; sin embargo, se han encontrado con situaciones donde el caballo arrastra más de 500 kg, incluidos los 350 kilos aproximadamente de peso de la calesa de madera, más las ocho personas que van en una sola unidad.
Aseguró que se ha pasado el reporte al Ayuntamiento de Mérida para que las 62 calesas que aún son jaladas por caballos, se suplan por vehículos eléctricos como las que hay en otros estados. La rescatista de animales informó que en la Ciudad Blanca hay seis de este tipo, pero solamente cuatro están funcionando.
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En este sentido, se busca que el Ayuntamiento modifique su reglamento en el tema de las calesas, para cuidar el bienestar de los equinos, pues muchos de ellos han perdido la vida en la vía pública por agotamiento, o por las condiciones climáticas de Mérida en época de calor extremo.
Se responsabilizó a la flotilla de caleseros de estas situaciones, pues se han negado a hacer una sinergia con las autoridades y organizaciones civiles que protegen a los animales. Agradecieron al Ayuntamiento de Mérida actual por tener un acercamiento a través de la Unidad de Protección Animal y Medio Ambiente.
Elsa Arceo aseguró que ha habido diálogo con el gremio de caleseros, sin obtener resultados positivos. Ella, junto con las organizaciones que cuidan a los animales, señalaron que incluso hay caballos enfermos que son obligados a trabajar así, incluso se han topado con casos de maltrato. Asimismo, estos personajes, a decir de Elsa, tampoco les han permitido visitar el sitio de resguardo de los animales, por lo que no se sabe la situación en la que se encuentran luego de las 12 horas de jornada.
Finalmente, se exhortó a los visitantes a no usar calesas jaladas por caballos e invitó a todas las personas a unirse a esta lucha de protesta para cuidar la vida de los animales. Comentó que la intención en ningún momento ha sido dejar sin sustento laboral y económico a nadie, incluso subrayó la apertura a hacer sinergia para que estas situaciones mejoren.
