
La boleta morada apenas le cubre la mitad del rostro, pero la imagen quedará como postal de la primera elección judicial de la historia mexicana. Jesús Ernesto López Obrador, quien alcanzó la mayoría de edad el pasado 27 de abril, ejerció este domingo su derecho al voto por primera vez en una casilla de la alcaldía Tlalpan, al sur de la Ciudad de México.
Su madre, la escritora Beatriz Gutiérrez Müller, compartió la escena en redes sociales y subrayó que el adolescente “se preparó de forma consciente” para marcar las seis papeletas que distinguen a la nueva justicia electiva.
“En esta familia sabemos que el voto es sagrado”, escribió la investigadora junto a varias fotografías que muestran al joven dentro de la mampara y más tarde depositando las papeletas en la urna.
Mientras tanto, su padre, el expresidente Andrés Manuel López Obrador, sufragaba en una casilla especial de Palenque, Chiapas, rompiendo ocho meses de retiro público.

Noticia Destacada
Presidenta Sheinbaum tarda 12 minutos en votar en el Antiguo Palacio del Arzobispado y vuela a Acapulco para el Día de la Marina
El debut de Jesús Ernesto ocurre en una jornada inédita: más de 99 millones de electores estaban convocados para elegir 881 cargos federales —nueve ministrías de la Suprema Corte, dos magistraturas de la Sala Superior del Tribunal Electoral, quince de salas regionales, cinco miembros del Tribunal de Disciplina Judicial, 464 magistraturas y 386 juzgados— entre tres mil 422 aspirantes.
El ejercicio, derivado de la reforma aprobada en septiembre de 2024, pretende acercar los tribunales a la ciudadanía y romper con las designaciones cupulares, aunque ha recibido críticas por su complejidad y por la premura con que se organizó.
Para el hijo menor del exmandatario, la experiencia fue doblemente simbólica: su primera participación cívica coincidió con la materialización del proyecto impulsado por su padre durante el sexenio anterior.
Gutiérrez Müller destacó en su mensaje que, “desde la independencia, nunca habíamos elegido al Poder Judicial; hoy Jesús Ernesto lo hace con plena conciencia”.
Con el pulgar entintado y cobijado por los aplausos de otros votantes, el joven abandonó la casilla sin declaraciones.
Su discreto estreno en la vida democrática, no obstante, añade un capítulo familiar a una jornada que promete redefinir la separación de poderes en México y consolidar la narrativa de la Cuarta Transformación bajo el lema: “nadie por encima de la ley”.
IO