El secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, llegó poco antes de las 10:00 h a una casilla instalada al sur de la Ciudad de México para emitir su voto en la primera elección popular del Poder Judicial.
Tras llenar las seis boletas federales —morado para la Suprema Corte, azul para la Sala Superior del TEPJF, turquesa para el Tribunal de Disciplina Judicial, naranja para las salas regionales, rosa para magistraturas y amarilla para juzgados—, el canciller calificó la jornada como “un punto de inflexión que definirá la calidad de la justicia en las próximas décadas”.
La cita electoral convoca a 99.7 millones de electores y pone sobre la mesa 881 cargos federales: nueve ministrías de la Suprema Corte, dos magistraturas de la Sala Superior del Tribunal Electoral, 15 en salas regionales, cinco integrantes del Tribunal de Disciplina, 464 magistraturas de circuito y 386 juzgados de distrito.
En total compiten tres mil 422 aspirantes, producto de la reforma constitucional aprobada en septiembre de 2024.
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De la Fuente recordó que “hace apenas ocho meses” el Instituto Nacional Electoral recibió el mandato de organizar un proceso con múltiples boletas y nuevos criterios de escrutinio, reto que hoy se materializa con más de 170 000 casillas en todo el país.
A diferencia de elecciones anteriores, el personal de casilla solo contabilizará la participación; el cómputo quedará en manos de los Consejos Distritales.
El INE prevé divulgar la participación ciudadana alrededor de las 23:00 h, mientras que los resultados definitivos se publicarán el 15 de junio debido a la complejidad del conteo.
El canciller, uno de los funcionarios más visibles del gabinete de Claudia Sheinbaum, señaló que la reforma busca “acercar los tribunales a la gente” y reiteró el llamado de la presidenta a votar para legitimar el nuevo modelo.
Con su pulgar entintado, aseguró que la Cancillería seguirá el desarrollo de la jornada y que los centros de votación en representaciones diplomáticas funcionarán con normalidad.
La participación de De la Fuente se suma a la de otros miembros del gabinete y refuerza el mensaje oficialista de que “votar es construir justicia”.
Si la afluencia supera expectativas, la elección podría convertirse en un precedente regional; si es baja, los detractores de la reforma insistirán en sus señalamientos sobre falta de información y riesgo de politización. Por ahora, los vuelos de Aeroméxico despegan, las casillas operan sin incidentes graves y la última palabra la tiene el electorado.
IO
