El temido gusano barrenador ha llegado por primera vez al Oriente del estado. Autoridades del sector agropecuario confirmaron su presencia en una res del municipio de Valladolid, un hecho que enciende las alertas, aunque no causa aún preocupación grave entre los ganaderos de la región.
Mario Esteban López Meneses, presidente de la Unión Ganadera Regional del Oriente de Yucatán (Ugroy), explicó que el hallazgo era algo que eventualmente podía suceder. “No es para alarmarse”, aseguró.
Los productores, afirmó, siguen cumpliendo con las medidas de desparasitación y atención a heridas en el ganado, lo que reduce el riesgo de propagación.
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Hasta hace unos días, la plaga se había concentrado únicamente en el Sur del estado. Con este nuevo caso, suman ya ocho reportes en lo que va del año, todos confirmados por instancias federales: siete en el Sur y ahora uno en el Oriente.
Sin embargo, la cifra podría no ser la más actualizada, pues de acuerdo con el más reciente informe de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), Yucatán ha registrado 13 casos este año: 10 en bovinos, uno en ovino y dos en perros, principalmente en Tzucacab, Valladolid, Mérida y Halachó.
Contención
La estrategia de contención no se detiene. En colaboración con autoridades estatales, la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) ha reforzado las acciones preventivas, especialmente la instalación de trampas que capturan moscas no estériles. Esto permite liberar después ejemplares estériles que, al no generar larvas, cortan el ciclo reproductivo del parásito.
El gusano barrenador, producido por la mosca Cochliomyia hominivorax, representa una amenaza seria. Este insecto se alimenta de tejido vivo y puede provocar lesiones graves en animales de granja o domésticos, incluso la muerte si no se atiende a tiempo.
López Meneses insistió en que la vigilancia no puede relajarse. La detección temprana y las acciones sanitarias son la única barrera efectiva para evitar que el gusano barrenador se convierta en una amenaza generalizada para la ganadería yucateca.
