María Elena Solís Osorio, locataria del Mercado Lucas de Gálvez, ubicado en el corazón de la capital yucateca, compartió para POR ESTO!, una experiencia paranormal que vivió un 31 de octubre en la ciudad de Mérida cuando contaba con 9 años de edad.
Detalló que en ese periodo residía junto a su familia, en un predio ubicado entre la avenida Aviación y el Cementerio General. De acuerdo con su testimonio, una mujer le advirtió que no debía salir de noche, ya que era el día en que las ánimas volvían a este plano.
Sin embargo, al percatarse que el reloj estaba a punto de marcar las 12:00, asumió una actitud rebelde y decidió salir a la calle. Contó que en la esquina se alzaba una "mata" de huaya, que tapaba la visión hacia el sitio donde se encontraba.
"Me subo rápido en la albarrada y de repente allá en la esquina, empieza a venir una rotafila, son los difuntos, están viniendo en procesión, pero no solo es uno, tapan la calle de punta a punta y digo Dios mío, vienen cantando algo que ya no recuerdo", afirmó la vendedora de dulces.
Detalló que todos los integrantes de la presunta procesión fantasmal, portaban una vela y una manta blanca. Cuando comenzaron a acercarse al sitio en donde se encontraba, huyó e ingresó a su hogar.
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"Nunca lo conté cuando era niña"
La señora María Elena aseveró que lo que atestiguó esa noche, era la procesión de las ánimas, que durante el Janal Pixán salen de los panteones y caminan en multitud, apoderándose de las calles cuando cae el sol y brilla la luna en el firmamento.
La locataria añadió que pudo distinguir los rostros de quienes integraban la marcha, y que no se trataba de personas. "Hasta el día de hoy nunca me ha dado miedo, he pasado muchas cosas, yo siento que ellas me han protegido toda la vida porque tenía 9 años" declaró.
Por último, la carismática mujer, opinó que no se debe tener miedo, pero sí respeto, ya que comentó que durante la celebración a los difuntos, después de las 12:00 horas, no se debe de salir, ya que las ánimas están afuera.
