Pilotos mexicanos de la aerolínea Volaris asignados a esta ciudad manifestaron su preocupación por la posible pérdida de sus puestos de trabajo, luego de que la empresa anunció la contratación de 100 pilotos extranjeros.
El proyecto forma parte de un esquema de arrendamiento húmedo de aeronaves para atender la temporada alta de fin de año.
Varios de estos aviadores que temen perder su empleo se trasladaron a Cancún tras una convocatoria emitida por la compañía, adquirieron créditos hipotecarios, alquilaron o compraron viviendas, se mudaron con sus familias y ya se encuentran integrados a la vida social del destino.
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Sus hijos fueron inscritos en escuelas de la ciudad y muchos contrajeron compromisos financieros a largo plazo, bajo la expectativa de una estabilidad laboral que actualmente consideran amenazada.
El arrendamiento húmedo, que implica el alquiler de aeronaves con tripulación completa incluida, comprende 10 aviones procedentes de Malta y Lituania, los cuales operarán rutas de alta demanda del 1 de diciembre al 12 de enero, periodo de mayor movimiento turístico del año, señaló Octavio Montaño, piloto con cinco años de experiencia.
Señaló que con estas aeronaves llegaron pilotos, sobrecargos y personal técnico extranjero, lo que disminuye la necesidad de emplear tripulaciones mexicanas durante ese lapso.
Actualmente, Volaris realiza entre 48 y 55 operaciones diarias (llegadas y salidas) en Cancún, operando las siguientes rutas: Aguascalientes, El Bajío, Guadalajara, Guatemala, Ciudad de México (AICM), Morelia, Monterrey, Ciudad de México (AIFA), Oaxaca, Puebla, Querétaro, San José, San Luis Potosí, Tuxtla, Tijuana y Toluca.
Volaris Costa Rica tiene un vuelo diario (dos operaciones) hacia San José, y la ruta a El Salvador realiza cuatro vuelos semanales (ocho operaciones) a Guatemala, informó Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur).
Los pilotos afectados sostuvieron que, aunque la empresa argumenta que se trata de una medida temporal para atender el aumento de vuelos, en la práctica se les están reduciendo horas de vuelo, rutas y turnos, lo que impacta directamente sus ingresos y los coloca en una situación vulnerable frente a posibles recortes futuros.
La situación genera especial inquietud en Cancún, uno de los destinos con mayor crecimiento aéreo del país, donde numerosos trabajadores del sector aeronáutico apostaron por establecerse de manera definitiva, debido a la expansión de rutas y a la demanda constante de personal.
Hoy, aseguran, esa expectativa se ve debilitada por una decisión que prioriza la contratación de tripulación extranjera sobre la nacional.
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Además del impacto laboral, los pilotos advirtieron un efecto social: familias recién asentadas podrían verse obligadas a abandonar la ciudad si se concretan las reducciones de plazas, con pérdidas económicas por créditos, contratos de arrendamiento y gastos ya realizados durante el proceso de integración.
Hasta ahora, Volaris no ha informado si, al concluir el contrato de arrendamiento en enero, las posiciones laborales serán restituidas en su totalidad a los pilotos mexicanos, ni qué garantías existen para quienes actualmente están asignados a la base de Cancún.
Los tripulantes indicaron que este caso ocurre en plena temporada alta turística, cuando se espera un incremento significativo en la llegada de pasajeros nacionales, así como internacionales.
Para los pilotos afectados, resulta contradictorio que, en un destino dependiente del turismo y del empleo que este genera, se recurra a personal extranjero mientras trabajadores locales enfrentan el riesgo de desplazamiento laboral.
